Hola a todos,
Me llamo Juan, tengo 31 años y hace menos de mes y medio que debuté con diabetes tipo I.
Acabo de registrarme después de un par de días disfrutado mucho leyendo las experiencias y presentaciones de los demás y su diabetes. Te sientes "arropado" viendo más gente que ha pasado por lo mismo, el debut, la adaptación poco a poco a la diabetes, etc. aunque cada caso sea distinto por esa cosa del metabolismo. Enhorabuena a los que montaron el foro, me parece fantástico el lugar de encuentro que habéis levantado.
Así que me toca contar las anécdotas de mi debut y cómo lo llevo. Me voy a enrollar porque creo que debo reirme de mí mismo y del asunto, no solo porque piense que es la mejor forma de llevarlo, sino por si le sirve o entretiene a alguien.
Llevaba aproximadamente un mes bebiendo muchísimo de forma inusual, mi mujer me preguntaba qué me pasaba para beber tanto. Pues nada, que tengo sed, le decía yo. Eso me parecía a mí, hasta que la última semana no sólo necesitaba beber 2 vasos seguidos de agua cada 30 minutos, sino que encima empecé a ver borroso de lejos. Eso me pasa cuando no llevo las gafas, pero ostras, teniéndolas puestas ya era sospechoso y habiéndome hecho unas nuevas hacía muy poco, empecé a preocuparme. Pero, coincidió que había rumores de Expediente de Regulación de Empleo en el trabajo desde hacía un par de semanas, así que me dije: esto de beber mucho será el cuerpo que lo pide, y eso de ver borroso con las gafas nuevas será el estrés. Claro que sí, campeón...
Mi Santa Esposa empezó a ponerse pesada con lo de "ves al médico"... y también con el asuntillo de ir al baño. Bebiendo tanto al cabo del día, los reproches del "a ver si apuntamos mejor cuando vayas a mear" pasaron a ser diarios, con el añadido de que misteriosamente la cosa era "pegajosa" -eso pasa, amigos, cuando tu mujer se harta de ir detrás de ti limpiando salpicaduras-. Tampoco le di importancia a que por mucho cuidado que tuviera, ensuciaba más que nunca con una cosa pegajosa. Luego descubres en la Wikipedia que a un tipo hace mucho tiempo se le ocurrió probar la orina de un diabético y sabía a miel, de ahí el nombre Diabetes "Mellitus". En fin, los hay que catan vinos.
Total, soy de los que llaman a su madre antes que hacerle caso a mi mujer, a la que saludo desde aquí -a mi mujer-, y con buen criterio me dijo: hazte una prueba de azúcar en la farmacia. Eso era un domingo y a los síntomas se había añadido la cosa de levantarse incluso por la noche a orinar -y a beber más, claro- desde hacía un par de días.
Bueno, al día siguiente me levanté como si me hubiera pasado un tren por encima dos o tres veces, lo que me costó un "te dije que fueras al médico" de mi Santa, y prometí hacerlo pero no sin mi café con leche primero, y pasando antes -cual auténtico zombi- a una farmacia a que me hicieran esa cosa de "la prueba del azúcar".
- Buenos días, ¿hacéis pruebas de azúcar?
- Sí, pero ¿estás en ayunas?
- No, pero me hagan la prueba igualmente, por favor. ¿Duele?
- Qué va, es un pinchacito.
Ni lo noto. Un pitido.
326.
- Uy, lo tienes muy alto incluso para no estar en ayunas, ¿eh? Ves al médico.
- Sí, sí, gracias, es lo que voy a hacer.
- Son 7 euros.
Me voy con una tarjeta de la farmacia que pone mi "marca" de 326 a las 9:26 de la mañana. Pues vale, tengo el azúcar alto. Vaya usted a saber, y encima con 7 euros menos.
De camino al centro de salud me entra hambre, y me enchufo un pepito de lomo con queso.
- Buenos días.
- Qué le pasa.
- Mire, hace cosa de una semana que he empezado a beber cantidades ingentes de agua, y tal y como lo bebo voy al baño.
La doctora abre mucho los ojos y me dice que eso puede ser un síntoma de tener "el nivel de azúcar muy alto", y que me baje ahora mismo a que me hagan una prueba de azúcar. Le digo que acabo de hacerme una y se la enseño.
- Ya. Bueno ahora es la 1 de la tarde, y va a hacerse otra prueba de azúcar, vaya.
392
La enfermera mira a una compañera y le dice:
- 392, pero es que se ha comido un pepito de lomo con queso entre esta prueba y la anterior.
Sin decir nada, las miro con cara de "Joder, yo qué iba a saber, ¿qué le pasa a todo el mundo con el rollo de si he comido algo?". Veo que hablan por teléfono. Al colgar me piden que me arremangue el brazo y me pinchan con una especie de bolígrafo azul que me parece gigante. Pensé que esa vez sí me iba a doler, pero qué va. Nuevamente, ni noto el pinchazo.
Subo de nuevo a ver a la doctora.
- Bueno, eres diabético, sin ninguna duda.
- Ajá.
- Siento ser tan directa pero con estos niveles de azúcar no hay posibilidad de equivocarse. Te comento...
Pasemos para delante ;)
- ...mañana a primera hora análisis de sangre, y luego pasarás a ver a tu enfermera, que te va a dar un repaso y te dará todo lo que necesitas. ¿Eres hipertenso?
- No que yo sepa.
- Bueno voy a tomarte la tensión y así mañana tendrán una referencia.
Me toma la tensión.
- Bueno, esta no vale. Tienes la tensión muy alta pero creo que es porque debería habértela tomado antes de decirte que eres diabético.
- Jejé.
Y esto es lo que más rabia me da: he leido varias experiencias aquí de que con sus debuts acabaron ingresados. A mí me mandaron para casa y tan contentos. Que no me quejo, yo estaba bien, pero unos días en cama qué mal me habrían hecho, con lo que necesito unas vacaciones...
Ahora llevo un mes y medio, hago la medición de glucemia 6 veces al día, tomo Lantus por la noche y me pongo rápida según rangos de glucemia en desayuno, comida y cena. Empecé solo con Lantus por la noche, pero aquello era una montaña rusa. Me he adaptado a repartir las comidas, y a la primera revisión me recetaron la rápida si pasaba de 300. Otra semana y otro show, así que cuando ya me vio el endocrino me dijo que básicamente que "eso era una mierda" y que me iba a pinchar rápida si pasaba de 80. Que no creía que me dieran hipoglucemias y que no me preocupara.
Pues sí, me dio una hipoglucemia nada más enchufarme la primera dosis recomendada. Leve, pero vaya susto. Así que desde el primer momento tuve que empezar a hacer experimentos y andar con ojo. A la segunda semana conseguí que ya no me pasara de 300. A la siguiente semana la cosa se mantuvo por debajo de 200 en todas las mediciones, y salvo algún pico extraño, así lo he podido mantener. He tenido otras hipoglucemias, aproximadamente una cada semana, la más fuerte de 37, pero también leve (pude reaccionar). El próximo lunes me hacen el "ajuste pauta tratamiento", y a ver qué me dicen.
Lo cierto es que te vuelves un poco loco y es frustrante a veces ver que comes lo mismo y no mide igual la glucemia, ni con la misma insulina, o incluso con más o menos... Pero es experimentar y sacar conclusiones, a veces aciertas y otras te quedas pillado. Pero el asunto es poder controlar la mayor parte del tiempo, o eso espero! Os animo a todos los que estéis un poco desconcertados porque parece que cada cuerpo es distinto y solo hay que tener paciencia y siendo muy pesado con el control y los pinchazos parece que la cosa se equilibra por sí sola... Yo estaba muy asustado al principio y ahora no me creo la constancia que tengo con el asunto, aunque seguro que me queda un montón por aprender. Llevo muy poco!
Os sigo contando a ver qué me dicen el lunes las enfermeras, y perdón por la morcilla de post...
Juan