Fer dijo:
Coincido con @Sandman en el método, no es ideal, pero sí seguro, hace años tuve una hipoglucemia muy severa cuando había consumido bastante alcohol... y no se lo recomiendo a nadie, lo pasé fatal... así que mejor estar más bien alto y controlar con varios pinchazos.
En mi caso, he llegado a la conclusión de que no me compensa "salir de marcha" o "de cañas" con el problema que me genera en el control glucémico, para estar seguro tiendo a estar alto, y luego necesito bastantes horas para normalizar.
Para que me compense, la salida tiene que ser realmente excepcional y me lo tengo que pasar "en grande", de otra forma, las típicas cenas/comidas de fin de semana que otras personas hacen con normalidad, las asumo casi como un castigo, por los perjuicios que me generan.
Cuesta mucho controlarse cuando el entorno come y bebe generosamente, por si fuera poco, a veces opto por la cocacola zero con lo que paso automáticamente a ser "el aburrido" del grupo, en fin... es lo que nos toca sobrellevar con la diabetes.
Entiendo que aún debo tener alguna reserva pancreática porque lo hago así desde que debuté y todavía no he tenido ningún problema.
Mi primer año no bebía porque el endocrino me metió un miedo terrible con el consumo de alcohol y me ocurría como a ti, me agobiaba mucho salir con amigos.
Después fui probando poco a poco y, excepto el hecho de beber en menor cantidad y tener que estar pendiente continuamente del móvil, no he tenido mayores problemas (alguna pequeña resaca, eso sí) :p
El uso del sensor facilita mucho el control y me da más tranquilidad para disfrutar en esos momentos que estás pasándolo bien.
Los dos años anteriores, con el glucómetro, sí que era todo un poco coñazo para controlar que todo iba bien y en consecuencia la mayoría de las veces optaba por quedarme en casa y quitarme de líos.
Mientras pueda lo seguiré haciendo igual. En el momento en que los pros sean mayores que los contras pues, logicamente, tendré que cambiar mis hábitos.