No es mi caso, pero sí el de muchísima gente con la que me encuentro, ya sea en la calle o en los foros.
No entiendo cómo se tratan a sí mismos como seres que tienen que esconderse de los demás...
Si hago memoria, recuerdo a una chica en el gimnasio que escondía como podía el sensor para que no se viera.
Al decirle "eres diabética como yo", me pidió que no se lo dijera a nadie porque en su país la discriminaban y no quería que pasara lo mismo en España.
También he leído a personas diabéticas diciendo que no deberíamos inyectarnos insulina en público o en un lugar donde alguien nos vea. Según ellos, debemos escondernos...
Otros, que merecen todo mi respeto, son aquellos que, tras años haciéndose pruebas de glucosa capilar o inyectándose insulina en un lugar apartado porque así fueron educados, no se atreven a normalizar su situación.
Hay personas que ni siquiera se toman las lecturas de los sensores en público, según ellos, por el qué dirán, y mucho menos se inyectan insulina o se hacen la prueba capilar con lancetas y tiras...
Hay más casos de diabéticos que se ponen piedras en su propio tejado, algo que personalmente no entiendo. Es como si para tomar un paracetamol la gente se escondiera.
Hace un par de días, en un viaje a Toledo, en el Alcázar vi a una chica que temblaba y casi se cae al suelo por un mareo. Reconocí unos síntomas que me sonaron familiares.
Me acerqué y le ofrecí ayuda, le di glucosa que llevaba para un ejército, la aceptó y esperé a que se recuperara. Y ahora viene lo bueno: al mejorar, me dice "Por favor, no le digas a mi novio, si me ves con él, que soy diabética".
Le dije que esto era un aviso y que había una persona que sabía cómo ayudarla; si no se lo decía a él, otro día podría costarle caro.
Lo de esta chica es lo que me ha impulsado a iniciar este tema. Yo personalmente estuve como un mes inyectándome en el baño, pero no soy un apestado o un paria y pasé de esconderme.
No voy con un megáfono diciendo "soy diabético y me pincho", pero no me avergüenzo y lo tomo con naturalidad. A quien me pregunte, no me cuesta explicarle que esto me da la vida, y a quien mire y ponga caras... ya imagináis lo que me importa su opinión.
Cada persona es un mundo, pero no es para esconderse.
Y si a alguien le molesta que nos cuidemos con normalidad, que se compre un poco de sensibilidad...
¿Alguien ha visto algún caso así?