Agradecida
yo realmente agradecida. Tengo 61 años viviendo con DT1 y hasta hace 6 años no conocía los sensires
mis dedos quedaron con muy poca sensibilidad de tantos pinchazos que me di para medirme el azúcar
Definitivamente en mi caso los beneficios son muchísimos comparados con los errores que eventualmente puedan haber. Y cuando algún sensor se ha despegado sin razón o no ha funcionado reconozco que Abbott le repuesto el sensor con lucha diligencia. Creo que ya no visualizo mi vida sin el sensor.